Pollo a la griega

Estoy aprovechando este confinamiento para ir poniendo en práctica algunas recetas que, por falta de tiempo, no había cocinado aún, aunque sí habían pasado a engrosar mi prácticamente interminable carpeta de "Recetas pendientes", donde anoto todas aquellas que me llaman la atención o me gustan mucho, para intentar hacerlas cuando pueda (lo malo es que voy a necesitar 7 reencarnaciones para poder probarlas todas, jajaja).

Descubrí esta receta en el estupendo blog "Las recetillas de Romo", que visito asiduamente. 

Tomé buena nota, porque en casa somos muy aficionados al pollo; de hecho, podéis encontrar en el blog un montón de recetas, como el pollo con anacardos, el pollo al chilindrón, o el pollo en salsa teriyaki.

Esta receta me encantó, porque me pareció sencilla y sabrosa.

Paquita nos cuenta que el nombre griego de esta receta es "Kotopoulo", y que parece ser que proviene de la isla de Santorini.

He hecho, como es habitual en mí, algunos pequeños cambios; fundamentalmente, he sustituido la nata para cocinar por leche evaporada, para intentar hacer el plato más ligero, y no le he añadido comino porque es una especia que no nos gusta demasiado (pero, si a vosotros os gusta, pues ya sabéis que la receta original lo lleva).

Queda muy bien acompañado de arroz blanco (el arroz con la salsita está delicioso), o también con patatas fritas.

Y vamos allá:

INGREDIENTES

(Para 4 personas)

6 contramuslos de pollo (sin piel, deshuesados y troceados) 

Puede hacerse también con pechuga, pero resulta algo más seco.

Aceite de oliva virgen extra

1/2 cebolla

2 dientes de ajo

160 gramos de salsa de tomate o tomate frito (suelo hacerlo con salsa de tomate que preparo yo, pero también se puede utilizar alguna salsa "comercial" casera, como las de Hida o Helios, muy buenas las dos).

200 ml de leche evaporada (o nata para cocinar).

Orégano, tomillo y romero al gusto (la receta original también lleva comino molido).

Sal y pimienta.
Para acompañar: arroz blanco cocido o patatas fritas en cuadritos.

PREPARACIÓN:

Picamos finamente la cebolla y el ajo.

En una cazuela baja o sartén honda, ponemos un chorro de aceite de oliva, y rehogamos el pollo.

Cuando empiece a tomar color, salpimentamos, añadimos la cebolla y el ajo, y salteamos todo hasta que se vaya dorando.

Agregamos la salsa de tomate y las especias, y removemos bien. Rehogamos todo durante unos 5-7 minutos.

Añadimos entonces la leche evaporada, y cocinamos todo a fuego suave hasta que reduzca y espese un poco la salsa (entre 5 y 10 minutos más).

Servimos bien caliente, acompañado de la guarnición.

Espero que os guste, a nosotros nos ha parecido riquísimo.