Esta entrada probablemente resulte más breve que las anteriores crónicas de Japón.
Inicialmente, pensé terminar estas crónicas con Tokio y sus alrededores, pero después me di cuenta de que una sola publicación resultaría demasiado larga y estaría muy cargada con fotos, por eso decidí dividirla en dos.
Así que, en esta ocasión, voy a hablaros de dos sitios que se pueden visitar en una excursión de un solo día desde Tokio, bien dedicando un día a cada uno, o uniendo las dos visitas (como yo hice): el Monte Fuji, y Hakone.
Empezaré mi historia de hoy con el Fuji (cuyo nombre correcto, en japonés, es "Fuji-san". Lo de Fuji-yama es, por lo visto, una interpretación incorrecta de los "kanji" -o letras japonesas, aunque el término "letra" no sea muy adecuado, pero más o menos se entiende lo que quiero decir, jajaja-).
Es un volcán activo, aunque la última erupción tuvo lugar en 1707.
No, no hemos subido a la cima del monte Fuji. Para empezar, no viajamos en las fechas en las que está abierto el ascenso a la cumbre (desde julio a principios de septiembre). Y, por otra parte, no soy yo excesivamente buena cuando se trata de caminar “hacia arriba”: puedo andar lo que haga falta mientras el camino sea plano, pero no estoy preparada para los ascensos (subo muy mal, no sé respirar bien cuando subo). De todas formas, dicen que no es una subida excesivamente difícil, que resulta apta para cualquier persona acostumbrada al senderismo.
No, no hemos subido a la cima del monte Fuji. Para empezar, no viajamos en las fechas en las que está abierto el ascenso a la cumbre (desde julio a principios de septiembre). Y, por otra parte, no soy yo excesivamente buena cuando se trata de caminar “hacia arriba”: puedo andar lo que haga falta mientras el camino sea plano, pero no estoy preparada para los ascensos (subo muy mal, no sé respirar bien cuando subo). De todas formas, dicen que no es una subida excesivamente difícil, que resulta apta para cualquier persona acostumbrada al senderismo.
Nosotros, como ya digo, no íbamos con intenciones senderistas, ni era ya época de ascenso porque estábamos en octubre. Así que subimos a la 5ª estación, que es la última a la que se puede ascender en coche.
Después, ya hay que subir a pie (hay albergues para pasar la noche, puesto que muchos suben para ver amanecer desde la cumbre, y pernoctan en alguno de estos lugares).
Si alguien tiene curiosidad o interés en subir, pinchando en ESTE ENLACE encontraréis más información.
Tuvimos la suerte de hacer la excursión el primer día en que había nevado en la cumbre, aunque, como la temperatura era relativamente alta, a lo largo del día se fue fundiendo. Y, además, como podéis comprobar, nos tocó un día soleado y despejadísimo: si llegamos a ir el día anterior, no hubiéramos podido ver prácticamente nada.
Hicimos una parada en el Centro de Interpretación...
... desde el que se pueden ya apreciar unas preciosas vistas del monte.
En la zona de la 5ª estación del Fuji, probablemente os encontraréis con un montón de autobuses y de turistas, japoneses y extranjeros. Sobre todo, en días de buen tiempo, como el que nosotros tuvimos.
Pero, de todas formas, siempre es agradable pasear y disfrutar de las vistas.
En otoño, además, tenemos el valor añadido de las distintas tonalidades de las hojas.
Aquí se puede observar cómo se iba ya fundiendo la nieve de la cumbre. Apenas quedaba nada a mediodía.
En esta quinta estación del Monte Fuji, encontraréis también un pequeño templo...
... y varias cafeterías-restaurantes y tiendas de recuerdos. En las que podréis comprar cosas tan curiosas como ésta:
En Japón son muy aficionados al Kit-Kat, y lo comercializan en muy distintos sabores, aparte del habitual: fresa, té matcha... ¡y hasta sake, como podéis ver!. Aparte de las "ediciones limitadas" con algún sabor particular, que sacan de vez en cuando.
Lo que no llegué a averiguar es si lo que vendían eran barritas de Kit-Kat con sabor a sake, o si se trataba de una botella de sake con sabor a Kit-Kat, o las dos cosas (aunque creo que es lo primero). En cualquier caso, algo bastante "friki", jajajaja.
Después del Monte Fuji, nos dirigimos a la zona de Hakone. Concretamente, empezamos nuestra ruta por el lago Ashi, o Ashinoko.
Es un lago formado en la caldera de un volcán que entró en erupción hará unos 3.000 años.
Desde el lago, también se disfruta de unas preciosas vistas del monte Fuji... aunque en nuestro caso, desafortunadamente, no pudimos apreciarlas porque se nubló.
Se puede recorrer en barco: hay unos barquitos pequeños, con forma de cisne; unos barcos normales, que hacen tres paradas, e incluso unos "barcos piratas", a los que no les veo yo mucho el sentido, salvo que viajes con niños y quieras darle más "gracia" a la excursión.
Este edificio que podéis ver aquí es una antigua residencia de verano de los emperadores de Japón.
Nosotros fuimos en el barco "normal" (en el que, por megafonía, te van explicando lo que vas viendo, en japonés e inglés), bajamos en una de sus paradas para dar un paseo por la orilla y para comer (para lo cual no hay ningún problema porque se pueden encontrar restaurantes japoneses, de cocina más internacional, y de comida rápida), y después nos recogió el autobús, pero se puede regresar en el barco.
O también se puede pasar la noche en la zona, porque hay muchos hoteles y muchos "onsen" (los baños de aguas termales de los que os hablé en esta entrada), algunos de los cuales admiten también a clientes que no estén alojados en el hotel.
A orillas de este lago se encuentra situado el Santuario de Hakone. Es un templo sintoísta, cuyos edificios se encuentran ocultos por la vegetación-es una zona muy boscosa-, pero que tiene una puerta o "torii" en el lago que permite identificarlo fácilmente.
He tomado "prestada" esta foto de una amiga, porque no pude bajar hasta la puerta: me había resbalado en una piedra musgosa cuando me acercaba a ver un altar en el que se rezaba para tener un buen parto (la culpa es mía, por acercarme a ese altar A MI EDAD, ¡si ya no voy a tener partos, ni buenos ni malos, jajaja!).Después, ya hay que subir a pie (hay albergues para pasar la noche, puesto que muchos suben para ver amanecer desde la cumbre, y pernoctan en alguno de estos lugares).
Si alguien tiene curiosidad o interés en subir, pinchando en ESTE ENLACE encontraréis más información.
Hicimos una parada en el Centro de Interpretación...
... desde el que se pueden ya apreciar unas preciosas vistas del monte.
En la zona de la 5ª estación del Fuji, probablemente os encontraréis con un montón de autobuses y de turistas, japoneses y extranjeros. Sobre todo, en días de buen tiempo, como el que nosotros tuvimos.
Pero, de todas formas, siempre es agradable pasear y disfrutar de las vistas.
En otoño, además, tenemos el valor añadido de las distintas tonalidades de las hojas.
Aquí se puede observar cómo se iba ya fundiendo la nieve de la cumbre. Apenas quedaba nada a mediodía.
En esta quinta estación del Monte Fuji, encontraréis también un pequeño templo...
... y varias cafeterías-restaurantes y tiendas de recuerdos. En las que podréis comprar cosas tan curiosas como ésta:
En Japón son muy aficionados al Kit-Kat, y lo comercializan en muy distintos sabores, aparte del habitual: fresa, té matcha... ¡y hasta sake, como podéis ver!. Aparte de las "ediciones limitadas" con algún sabor particular, que sacan de vez en cuando.
Lo que no llegué a averiguar es si lo que vendían eran barritas de Kit-Kat con sabor a sake, o si se trataba de una botella de sake con sabor a Kit-Kat, o las dos cosas (aunque creo que es lo primero). En cualquier caso, algo bastante "friki", jajajaja.
Después del Monte Fuji, nos dirigimos a la zona de Hakone. Concretamente, empezamos nuestra ruta por el lago Ashi, o Ashinoko.
Es un lago formado en la caldera de un volcán que entró en erupción hará unos 3.000 años.
Desde el lago, también se disfruta de unas preciosas vistas del monte Fuji... aunque en nuestro caso, desafortunadamente, no pudimos apreciarlas porque se nubló.
Se puede recorrer en barco: hay unos barquitos pequeños, con forma de cisne; unos barcos normales, que hacen tres paradas, e incluso unos "barcos piratas", a los que no les veo yo mucho el sentido, salvo que viajes con niños y quieras darle más "gracia" a la excursión.
Este edificio que podéis ver aquí es una antigua residencia de verano de los emperadores de Japón.
Nosotros fuimos en el barco "normal" (en el que, por megafonía, te van explicando lo que vas viendo, en japonés e inglés), bajamos en una de sus paradas para dar un paseo por la orilla y para comer (para lo cual no hay ningún problema porque se pueden encontrar restaurantes japoneses, de cocina más internacional, y de comida rápida), y después nos recogió el autobús, pero se puede regresar en el barco.
O también se puede pasar la noche en la zona, porque hay muchos hoteles y muchos "onsen" (los baños de aguas termales de los que os hablé en esta entrada), algunos de los cuales admiten también a clientes que no estén alojados en el hotel.
A orillas de este lago se encuentra situado el Santuario de Hakone. Es un templo sintoísta, cuyos edificios se encuentran ocultos por la vegetación-es una zona muy boscosa-, pero que tiene una puerta o "torii" en el lago que permite identificarlo fácilmente.
El entorno del templo resulta muy atractivo: la densa vegetación le da un aire tranquilo y un puntito misterioso.
Éste es el edificio principal.
Y ésta, la escalera que baja hasta el "torii" del lago.
(Aquí ya me había dado el golpe, de ahí el "careto").
Como podéis apreciar, en la zona hay mucha humedad: se nota bien por el musgo que hay en las piedras y los troncos de los árboles.
Hoy hay un exceso de "paisajes con figura": es decir, salgo en casi todas las fotos.
¿Motivo?. Que en el santuario de Hakone iba sin cámara, por lo que he tenido que recurrir a las fotos de mi marido, y éste me hace ponerme en casi todas las fotos, jajajaja. En la próxima entrada, sobre Tokio, no tendréis que verme tanto, 😋
Así que, por hoy, os dejo OTRA VEZ con una foto mía, en esta ocasión haciendo una petición ante un altar sintoísta.
La próxima (y última) entrada sobre el viaje será la de Tokio.
Espero no haberos aburrido demasiado 😜
(Más sobre Japón pinchando AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ).
Otra entrada preciosa, ideal para terminar mi día con la cabeza soñando a viajes lejanos!
ResponderEliminarBesos,
Palmira
Que maravillas¡¡¡¡¡
ResponderEliminarGracias por mostrarlas¡¡¡¡¡
Besitos guapa¡¡
Unos paisajes preciosos, tanto el monte Fuji-San como el lago, una pena el resbalón, pero sin duda este ha sido un viaje muy interesante.
ResponderEliminarBesos.
que pedazo de viaje y que fotos hija de mi vida!!!
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia lo de que tu marido te hace ponerte en las fotos, el mío hace lo mismo, tienes que ponerte por narices jajajaja.
Fantástico relato!!
Me ha encantado leer sobre vuestro viaje a Japón, qué maravilla, se nota lo mucho que lo habéis disfrutado, y los lugares que has mostrado me han parecido impresionantes. Un abrazo
ResponderEliminarHola Morguix, me está encantado seguir tu viaje a Japón, pues yo también lo hice hace unos 5 años y lo disfruté enormemente como veo que estáis haciendo! un besazo
ResponderEliminarUna entrada preciosa, con unas fotos espectaculares, envidia sana tengo.
ResponderEliminarBesitos guapa
Marga para nada nos aburrimos con tu periplo japonés, qué lugares más bonitos estamos viendo graciaxa ti, además de las anécdotas que nos cuentas, que hacen más ameno imaginar lo que has vivido.
ResponderEliminarBesos, en la próxima aquí me tendrás 😅
Me encanta leerte y ver las fotografías que tienes a bien compartir con nosotros.
ResponderEliminar¡Besos mil y feliz finde!
Vaya fotos chulas Marga, los paisajes son preciosos, ¿qué tal la cocina por all´', ya veo que el Kit-kat se lo toman por cajas, jajaja. Se os ve muy bien a los dos, y se nota que habéis disfrutado. Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminarUn viaje maravilloso, que paisajes más bonitos y qué guapos!!
ResponderEliminarUn besazo
Holaaaa, fíjate si estoy blogueando poco que ni me había enterado que habías estado de viaje. Tienes que ser ya como una enciclopedia porque hacer unos viajes super interesantes. Gracias por regalarnos unas fotografías tan espectaculares.
ResponderEliminarUn besoooo
Lo mejor (y lo peor) de tus viajes es quedarte con la miel en los labios, visto lo visto, y desear hacerlos urgentemente. Espero que en algún momento pueda ser porque éste de Japón es una maravilla.
ResponderEliminarUn beso.
Aburrirnos ?...A mi me encantan tus crónicas viajeras .
ResponderEliminarMenudos paisajes , aunque esa humedad te haya hecho besar el suelo jaja...gajes de caminante, espero que no te hicieras mucho daño.
Un abrazo.
Fantástico el viaje, que envidia. Al menos con tus fotos no has hecho volar con la imaginación, un beset Marga
ResponderEliminarHola Marga. Estupendo reportaje el que nos has dejado sobre tu viaje a Japón. Es uno de los lugares que me gustaría visitar pero creo que ya me es imposible jj, aunque nunca se debe decir nunca jamás jj.
ResponderEliminarUnas fotos preciosas y una modelo que no se queda atrás jj.
Estoy seguro de que lo pasasteis en grande.
Un abrazo.