Montaditos de calabacín

Acabo de regresar de mi viaje, y todavía ando luchando con la adaptación a los horarios de sueño y comidas. El final del viaje, además, fue en una ciudad bastante alta, así que también nos tocó el "mal de altura" (a unos más que a otros, pero se nota, vaya si se nota).
Pronto empezaré con mis crónicas viajeras, pero, como aún tengo que ir revisando fotos y organizando las notas del viaje, vamos a retomar la actividad blogueril con una receta de lo más sencilla, que nos puede sacar de un apuro para un entrante, picoteo o cena rápida. Iba a poner algún platito de cuchara, pero como veo que el verano se resiste a abandonarnos (al menos, en el sur, sureste y suroeste de España), los dejaremos para cuando el frío se decida a entrar. Cosa que yo, en parte, estoy deseando: me gusta que haya estaciones, y que se note la diferencia entre el verano y el otoño... esto de vivir en temperaturas casi tropicales prácticamente todo el año me cansa un poco, aunque a los de lugares fríos os resulte extraño, jajaja.
Y, bueno, vamos al grano. Esto no es casi ni receta: se trata de ir colocando los ingredientes en orden, prácticamente. Pero la verdad es que quedan muy ricos, y fáciles son un rato.

INGREDIENTES:
(Para 4 personas aproximadamente)
2 calabacines medianos.
Lonchas de queso para fundir (podemos utilizar la clase que más nos guste)
Jamón serrano picadito muy fino (podemos encontrar unas tarrinas de varias marcas en las que ya está picado).
Lonchas de jamón de York o de pavo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta.

PREPARACIÓN:
Cortamos los calabacines en rodajas de algo más de 1/2 centímetro de grosor. Y los cocinamos a la plancha, con una gotita de aceite.

Salpimentamos, y reservamos.
Colocamos un papel de horno o una lámina de silicona sobre una bandeja de horno. Sobre ella vamos poniendo rodajas de calabacín.
Encima de cada una de las rodajas ponemos una cucharadita de jamón picado, con cuidado de que no se caiga.

Cubrimos con otra rodaja de calabacín.
Y colocamos las lonchas de jamón o pavo, recortándolas o troceándolas para que no sobresalgan demasiado.

Tapamos con otra rodaja de calabacín.

Y, por último, colocamos las lonchas de queso, procurando que no sobresalgan mucho, y sujetamos con palillos.

Gratinamos a 220º, hasta que el queso se vaya fundiendo y la superficie se dore.

Servimos calientes, aunque conviene esperar un poquito al sacarlos del horno, ya que el calabacín contiene  mucha agua y retiene bastante el calor.
¡Espero que os gusten!.