Albóndigas al horno en salsa de cebolla.

Había visto en muchos blogs recetas de albóndigas al horno. De hecho, yo misma tengo una, la de "albóndigas turcas", pero es cierto que éstas no son las "típicas".
Y me apetecía mucho probar a hacerlas así, porque siempre nos ahorramos las calorías de la fritura (¡dichosos kilos!).
Pero tenía que ser YA, porque aquí, en Alicante, dentro de poquitos días, pensar en encender el horno será cosa de héroes, o de quienes quieran tener una sauna gratis en casa... así que aquí están.
Como una tiene sus "obsesiones", veréis que algunas de ellas están rellenas de queso. Podéis hacerlas rellenas (de queso o salchicha suelo rellenarlas yo) o sin rellenar, de las dos formas salen ricas (algunas las dejé sin rellenar).
Salen muy ricas y jugosas, aunque debemos ser prudentes con el horneado, porque, si nos pasamos, se podrían resecar en exceso.

INGREDIENTES:
(Para 4 personas)
1/2 kg de ternera picada (yo siempre pido que me la piquen dos veces, creo que queda más fina así).
1 huevo
Miga de pan remojada en leche
1 cucharadita de moka de Ras El Hanout
Un puñadito de perejil fresco picado
Ajo molido, sal y pimienta
Si las rellenamos: queso Gouda tierno, o salchichas de Frankfurt troceadas.
Para la salsa: 

1 cebolla blanca grandecita
1-2 dientes de ajo
Aceite de oliva virgen extra
1 vasito (o una tacita pequeña de café) de vino blanco seco
Media pastilla de caldo de verduras
1 vaso de agua.
Sal, si es necesario.

PREPARACIÓN.

En un bol o ensaladera, ponemos la carne, el huevo, el ajo en polvo, el Ras-El-Hanout, la miga de pan, el perejil, la sal y la pimienta.

Amasamos bien con las manos, para que se mezclen todos los ingredientes, y dejamos reposar una media hora.

Mientras reposa la carne, vamos haciendo la salsa: 

Troceamos la cebolla (no hace falta que la piquemos muy finamente, porque después vamos a triturar la salsa), y cortamos el ajo en rodajitas finitas.

Ponemos todo en una cazuela o sartén honda, la cebolla y el ajo con un chorro de aceite de oliva, y sofreímos a fuego fuerte.

Interesa que se dore bastante la cebolla, sin que se queme; por lo tanto, cocinaremos a fuego vivo, e iremos removiendo con cierta frecuencia para evitar que se nos pegue demasiado.  Si se agarra un poquito, lo disolveremos después con el caldo y el vino.

Aquí ya va estando casi hecha...

Una vez que esté dorada y cocinada, agregamos el vino. Dejamos que se evapore el alcohol durante un minuto, y aprovechamos para desglasar el fondo si se hubiera pegado un poco.

(Ya estamos con las dichosas "nieblas londinenses", ¡grrrr!)
Agregamos el agua y la pastilla de caldo, y dejamos reducir unos minutos a fuego medio-bajo.

Retiramos del fuego, trituramos con la batidora o Thermomix (en este caso, durante unos 25 segundos a velocidad 8), o pasamos por el chino, y reservamos la salsa.

Ahora formaremos las albóndigas. Si las rellenamos, pondremos en el centro un trocito de queso o salchicha, y daremos forma con las manos:

 Las rebozamos con poca harina.

Las vamos colocando en una bandeja de horno, sobre papel de hornear o lámina de silicona:

Y las horneamos a 200º durante unos 20 min (damos la vuelta a las albóndigas a media cocción). No es conveniente hornearlas más, porque se resecan.

Sacamos las albóndigas del horno y las dejamos dentro de una cazuela, con la salsa. 

Cuando se vayan a comer (están mejor de un día para otro), se calientan con la salsa, y se sirven.

Aquí tenéis una vista del "interior relleno", jejeje. ¿A que tiene buena pinta?

¡Ah!. Congelan estupendamente.

Espero que os gusten.