Ensalada tricolor

Vaya comienzo de otoño "raro" estamos teniendo.
Por la noche sí, hace fresquete... pero de día siguen bañándose en la piscina y jugando al "Marco Polo" de los mismísimos, jajaja... (a todo esto, seguimos sin resolver el enigma de las reglas de ese "interesantísimo" juego).
Así que, mientras dura el buen tiempo, yo sigo con ensaladitas (bueno, la verdad es que las tomo aunque nieve, pero parece que apetecen más con calorcito...)
Ésta es de esas recetas "que no es receta". La probé por primera vez hace años, en una pizzería de Badajoz. Y me encantó.
Supongo que lo de "tricolor" será por el colorido de la bandera italiana, aunque a los mexicanos también os sirve, jejeje....(se pueden hacer otras combinaciones rojo-blanco-verde, como la ikurriña, pero si pensáis que una tiene el arte y la paciencia suficiente para reproducir una ikurriña en la fuente de la ensalada, vais "apañaos", jajaja.... Con las tres franjas voy que chuto).
Como siempre, hago mis recomendaciones habituales: usad tomates que sepan a algo, y no de esos tan preciosos que hay por ahí, pero que después no saben a nada por mucho que los aliñes.
Lo mismo os digo con el aguacate: ¿habrá algo peor que un aguacate que no está maduro?. Es como comerse un trozo de corcho.
Bueno, pues vamos al lío, que como veis es bien simple esta vez:

INGREDIENTES:
Aguacates maduros
Tomates
Mozzarella
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Módena o Jerez
Sal Maldon, pimienta, orégano y albahaca

PREPARACIÓN:
Pues nada: lavamos los tomates y los cortamos en rodajitas, vaciamos los aguacates con un sacabolitas, y troceamos la mozzarella.
Colocamos cada cosa formando una franja sobre el plato donde vayamos a servir la ensalada, y aliñamos con el aceite, el vinagre, la sal, la pimienta y las hierbas. Y servimos fresquita.
Espero que os guste: yo con ella he conseguido que "el caballero" coma aguacate, que no es muy partidario, jajaja...
Besotes, y feliz semana.
P.D.: (Aviso: toca rollo macabeo)
 Estos días he estado leyendo en varios blogs muchas reflexiones sobre "esta nuestra comunidad" blogueril. Y lo cierto es que comparto muchas de las cosas que se han dicho.
Llevamos un tiempo en que esto se está saliendo un pelín de madre. Somos miles de blogs, hay miles de eventos gastronómicos, concursos, sorteos...
Queremos atender muy bien nuestro blog, mejorar como fotógrafos, hacer presentaciones alucinantes, responder a todos los que nos comentan y visitar a todo el mundo...
Pero es que, de momento (y me temo que por mucho tiempo), los días tienen 24 horas nada más. Y todos nosotros tenemos familia, amigos, trabajo, otras aficiones... y vida al margen de los blogs de cocina.
En mi caso, hace ya tiempo que me planteé tomarme todo esto con tranquilidad. No tengo el don de la ubicuidad, y, aunque siempre fui multitarea, es imposible llegar a todos los lados.
Por eso no os respondo aquí de manera personalizada. Y por eso, no todos los días puedo visitar todos los blogs, igual que tampoco llamo todos los días a todos mis amigos. Poco a poco, cuando se puede, cuando hay un rato... pero en la vida hay otras cosas muy importantes, que no se deben descuidar.
Y, desde luego, lo que tengo muy claro es que esto para mí es una afición, no una competición para ver quién tiene más comentarios, más seguidores o más repercusión "mediática".
Así que, todo con tranquilidad, y todo en su justa medida. Espero que sepáis disculparme si en algunas ocasiones no os visito, al igual que yo comprendo perfectamente que no se puede estar todo el tiempo en todas partes. Eso no significa que no valore vuestros blogs, como tampoco implica no valorar a un amigo el hecho de que no se le llame por teléfono todos los días.
Y ya me callo, que esto parece un discurso de los que daba Fidel Castro cuando era más joven, jajajaja.
Un beso grande para todos.