Pastítsio "casi light" de carne y setas con bechamel de calabacín

(AVISO: Me he enrollado mucho en la introducción, así que, si queréis, podéis pasar directamente a la receta, jejeje).

Desde la primera vez que escuché hablar de esta receta, sabía que el pastitsio me iba a encantar.  Leí muchas versiones de la receta vegetarianas, con bechamel, con queso, con carne…  pero una de las que más me gustó fue la de Juana. Y la hice.

A mí me encantó, me volvió loca esa cobertura de queso, esa mezcla de sabores. Pero, ¡ay pena, penita, penaaaaa!…  no recordaba que mi marido ODIA el queso feta con toda su alma, hasta tal punto que ni siquiera lo llama por su nombre (“el queso griego ése que a ti te gusta”, dice, acompañando sus palabras con un gesto de asco inequívoco).  Se lo comió porque es de buen diente (y porque no había otra cosa, jajaja), pero ya vi claro que no sería un plato que pudiera repetir, por el tema del queso.
Así que, aunque os recomiendo a todos que probéis la receta original de Juana, que está de muerte, yo tenía que buscar otras alternativas salseras (con la pasta y la carne no había ningún problema).

Empecé a pensar en distintas posibilidades de tuneo. La opción “queso de cabra” quedaba descartada desde el principio, porque, aunque tiene algo más aceptación que el feta, tampoco es que sea santo de su devoción salvo que esté muy disfrazado con otros ingredientes. Queso de cabra, fuera, por lo tanto.

Tampoco quería bechamel tradicional: no me apetecía añadirle al plato más calorías e hidratos, que no nos vienen bien a ninguno de los dos.

Así que se me ocurrió la idea de añadirle “bechamel de dieta”. Sí, una salsa hecha con calabacines y quesitos desnatados.  Si, además, utilizamos pasta integral, pues aunque no sea “de dieta” sí que tendremos un plato sanísimo y equilibrado, apto para diabéticos.

En casa lo tomamos como plato único. Como mucho, si queréis, podéis servirlo con una ensaladita de tomate: no hace falta más.

Debo deciros que, en la versión “salsa light”, el plato ha pasado “el corte”: ha tenido mucho éxito. Estaba riquísimo, y la salsa de calabacín es muy suave y deliciosa.
Las fotos no son precisamente "perfectas": tienen brillos, y esas cosas. Pero es que llevo unas semanas leyendo blogs amigos, y me parece que nos estamos obsesionando demasiado con el tema fotografía, hasta el punto de que dejamos de publicar recetas estupendas porque no nos gusta mucho cómo han salido en la foto...
Al fin y al cabo, la base de nuestros blogs es la cocina. Tenemos blogs de cocina, no de fotografía culinaria. Y, aunque todos intentamos mejorar, aprender, apuntarnos a cursos, y progresar como fotógrafos; y aunque es importante un bonito escaparate para nuestros platos, al fin y al cabo lo fundamental es que nuestras recetas estén ricas, ¿no?. Y que sean útiles para quien nos lee.
Porque, ¿de qué valdría que publicáramos una foto perfecta si después el plato es incomestible?.
Soy la primera que ando loca por hacer fotos en condiciones, ¡anda que no soy yo perfeccionista ni ná...!,  pero no querría perderme recetas buenísimas vuestras porque la foto no haya salido "de 10". Sería una pena.

Al grano, que ya os he metido tal rollo macabeo que la mitad de los lectores os habréis quedado fritos...

INGREDIENTES:

200 gramos de macarrones (mejor integrales, los de la foto son “normales” porque ese día se me habían terminado los otros)
400 gramos de carne de ternera picada.
200 gramos de setas (en este caso, champiñón "vulgaris")
4 tomates medianos (que estén maduros)
1 cebolla
1 diente de ajo
1 cucharadita de canela (o 2 si os gusta el toque de la canela con la carne)
1/2 pastillita de caldo de verduras (opcional)
Aceite de oliva (virgen extra, claro)
Albahaca, pimienta, nuez moscada, orégano y sal
PARA LA BECHAMEL DE CALABACÍN O DE DIETA
30 gramos de aceite de oliva virgen extra
1 cebolla pequeña (unos 30 gramos como mucho)
600 gramos de calabacín pelado
200 gramos de leche semidesnatada o desnatada
7 quesitos desnatados
Sal, pimienta y nuez moscada
Queso rallado para gratinar

PREPARACIÓN:

Cocemos la pasta según las indicaciones del paquete. La escurrimos, y reservamos.
Picamos finitos el ajo y la cebolla (En Thermomix, 5 segundos a velocidad 5). Y los rehogamos a fuego medio-suave unos 15 minutos.

Picamos finitas las setas (En Thermomix, 5 segundos a velocidad 4, y después comprobamos si nos queda algún trozo más grande que haya que picar a mano, como veis en la foto, jejeje...)

Los añadimos a la cazuela o sartén, tapamos, y rehogamos a fuego medio-suave durante unos 8 minutos.
Agregamos la carne, con cuidado, y removemos muy bien para que se mezcle con la cebolla y las setas y para que no se nos "apelotone" al rehogarla, que quede sueltecita.

Dejamos que se vaya cocinando durante unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que tome color.

Añadimos los tomates rallados o triturados. Yo los trituro en la Thermomix, programando primero 30 segundos a velocidad 5 y después otros 30 a velocidad 8.

Mezclamos bien, y añadimos la canela, nuez moscada, orégano, albahaca, sal, pimienta y, si se quiere, la media pastillita de caldo.

Removemos bien para que se integren los sabores, y dejamos que se haga durante unos 10-12 minutos. Apartamos del fuego, y reservamos.

Ahora vamos a preparar la salsa "bechamel" de calabacín: (de esto no hay paso a paso)
Vertemos el aceite en el vaso, y programamos 3 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1. 

Agregamos la cebolla y los calabacines troceados, los picamos durante 5 segundos a velocidad 4 y rehogamos durante 7 minutos a temperatura Varoma y velocidad 2. Incorporamos la leche y los condimentos y programamos 15 minutos, 100º, velocidad 1. Cuando pare la máquina, trituramos 15 segundos, velocidad 5.
Añadimos los quesitos ,y volvemos a triturar 15 segundos, velocidad 5.
Si no ha quedado homogéneo, trituramos un poco más a la misma velocidad.

Montamos el plato:
En una fuente de horno, o molde rectangular no muy alto, colocamos una capa de pasta (aquí la veis desordenada, después la vamos colocando mejor)

Sobre ella, extendemos la mezcla de carne, procurando que quede bien repartida e igualada.

Y colocamos encima la última capa de pasta. También procuramos que quede niveladita (aquí está todavía poco igualada)

Cubrimos con la salsa. Tened cuidado, algunos macarrones tienen tendencia a "navegar" en ella, y se suben. Procuraremos aplastar un poco las capas con una espátula o cuchara de madera, y repartir bien la salsa para que todo quede bien tapado. Y espolvoreamos con queso rallado

Metemos al horno, precalentado a 220º, hasta que se gratine.

La próxima vez dejaré que se gratine más...
Está más rico templado, así que es mejor que la preparéis con media hora de antelación más o menos.
¡Que lo disfrutéis!.
No quería irme sin dedicar esta bonita palabrita de verificación (que hace días que no os pongo ninguna) a mis amigas Belén, Hilda, Ángeles,  Cova,  Nieves,  Zulima, Fely, Lore,  y demás blogueros naturales de esa preciosa tierra norteña. No lo dudéis, Blogger también se acuerda de vosotros:

Es un detalle por parte de Blogger,jejejeje....
Un beso grande a todos.