Arroz relleno.... o Timbal de arroz con pollo, gambas, setas y guisantes.

Más de uno habrá pensado, al leer el título de la entrada: "A esta loca ya le ha dado hasta por rellenar el arroz, jajaja". No, no es así, aún no he sido capaz de abrir los granitos, jajajaja.... Pero sí he visto recetas parecidas a ésta con el nombre de "arroz relleno", así que, ¿por qué no va a poder ser "arroz relleno" mi timbal?.
Hoy os voy a torturar poquito con mis monólogos habituales: la receta lleva muchas fotos, y además estoy muerta. Me tomé por error una pastilla para la diabetes de mi marido en lugar de una de vitaminas mía... No,no es peligroso: simplemente, hace que te bajen los niveles de glucosa en sangre. Como yo no soy diabética, pues me ha dado un pequeño bajón, que sumado a la astenia primaveral y a las maravillas de ser mujer hacen que, en estos momentos, esté directamente "para los leones", jajaja.
Así que vamos al grano rápidamente. Una sola advertencia: éste es un plato que gana muchos enteros cuando está frío. Por eso, podemos hacerlo la noche anterior, o varias horas antes de comerlo, las suficientes como para que se haya enfriado bien. Alguna vez, con las prisas, lo tomamos templado, y no está tan rico.
Es una forma diferente de presentar un arroz frío, y queda muy lucido.

INGREDIENTES:
150 gramos de arroz
Un puñadito (unos 80 gramos) de guisantes congelados
80 gramos de champiñones u otras setas. Yo usé en el que veis en las fotos champiñones Portobello (no, no me dan comisión, es que, en estas fechas, son las setas más ricas que puedo encontrar frescas, jajaja)
-100 gramos de gambas peladas
-Mayonesa o salsa rosa
-1 diente de ajo picadito
-1 pechuga de pollo
-1 zanahoria y un trocito de cebolla
-Sal y pimienta
-Aceite de oliva (virgen extra)
-Salsa Perrins (Worcestershire).
-100 ml. de nata líquida o leche evaporada 
-1 huevo cocido, para decorar.

PREPARACIÓN:

Cocemos  la pechuga de pollo, en agua, sal, y con una zanahoria y unos casquitos de cebolla. No conviene resecarla mucho: con 1/4 de hora estará suficientemente hecha.

Cuando esté cocida, la sacamos del caldo y la reservamos, mientras se enfría un poco.

Aprovechamos este caldo para cocer el arroz de la forma que tengamos por costumbre. Escurrimos y reservamos en un bol hasta que se enfríe.
Ponemos los guisantes congelados en una tacita, y metemos al micro durante 1 minuto a 800 w. Reservamos.

Salpimentamos el arroz, y lo mezclamos con 2-3 cucharadas de mayonesa o salsa rosa.

Picamos los champiñones en trocitos, al igual que la pechuga (quitándole bien la grasa y las ternillas)
Ponemos a calentar en una sartén honda un chorrito de aceite de oliva. Añadimos el ajo picadito, y rehogamos sin que se queme. Agregamos entonces las gambas peladas, y salteamos.

Añadimos los champiñones, y seguimos rehogando.

Ahora agregamos los guisantes, y continuamos rehogando unos minutos:

Y por último, añadimos el pollo. Ahora sólo le damos unas vueltecitas, porque el pollo ya está hecho:

Agregamos entonces la nata o leche evaporada y un chorrito de salsa Perrins, salpimentamos, y dejamos reducir unos minutos. Apartaremos alguna de las gambas para decorar.

Ahora vamos a montar el plato. Ponemos un aro de emplatar en la fuente en que lo vayamos a servir, y colocamos la primera capa de arroz, igualando bien la superficie.

Después, pondremos la capa de relleno, bien extendidita y procurando que quede igualada.

Ahora, la última capa de arroz:

Y cubrimos con una capa de mayonesa.

La igualamos con cuidado, moviendo la espátula en la misma dirección, porque es fácil arrastrar todo el arroz sin querer.
Decoramos al gusto. Yo corté dos rodajitas del huevo duro, y el resto lo rallé por encima, como veis:

Dejamos enfriar en la nevera unas cuantas horas (mejor de un día para otro). A la hora de comer, sacamos de la nevera, quitamos el aro, y servimos.
Puede que haya soltado un poquito de líquido por abajo (porque no haya absorbido la salsita que llevaba el relleno). Entonces, lo limpiaremos con cuidado, ayudándonos de un papel de cocina.
Espero que os guste. A nosotros nos ha encantado (el muchacho no ha dicho ni palabra de los guisantes, lo cual ya es señal de que le ha parecido muy bueno, jejeje).