Garbanzos guisados con jamón

¿Veis como teníais que hacerme caso?. ¿Qué os decía yo?. ¡Otra vez el frío!.

Aquí no es que nieve, pero... ¡qué viento tan helador y tan desagradable!...

Hace tan sólo una semana, veía a los guiris (bueno, y a algún "nativo") bañándose en la playa al mediodía, cuando volvía a casa desde el trabajo. Hoy, no. Hoy había gente paseando o corriendo por la playa, o sentados leyendo... pero valientes bañistas, ninguno. Y no es de extrañar: el airecito es de los que, al salir, te dejan "los pelos de gallina", como dijo aquel periodista deportivo, jajaja.

Por lo tanto, hoy toca guiso. Facilito, pero delicioso.  Son días "de cuchara".... ya llegarán los helados, las ensaladitas y los platos refrescantes.

Voy al grano con rapidez, que hoy estoy "de pocas palabras", jejeje (debe de ser que el aire frío me ha dejado sin "voz"...

Por cierto, ¿veis lo que os comentaba el otro día sobre los problemas de sacar fotos en invierno?. Mirad la "neblina londinense" que afecta a estos pobres garbanzos, jajaja....

Si todavía hubiera conseguido fotografiar una columnita de humo, con sus volutitas, tan mona ella... Pero, no, una neblina horrible, que estropea toda la foto, le quita color y nitidez... ¡grrrr!.

Bueno, ya llegará el verano...

INGREDIENTES
250 gramos de garbanzos
1 tomate maduro grandecito (o 2 medianos)
125 gramos de jamón ibérico
1/2 cebolla
1 diente de ajo
Tomillo
Una hoja de laurel
Agua y una pastillita de caldo de verduras (o una cucharada de concentrado de verduras)
Aceite de oliva

PREPARACIÓN
Ponemos la noche anterior en remojo los garbanzos.
Picamos finitos el diente de ajo y la cebolla, y lo ponemos a pochar en la propia olla, con el aceite de oliva, a fuego medio.
Cuando haya tomado la cebolla color transparente, agregamos el jamón en daditos, y rehogamos unos minutos.
Añadimos después el tomate rallado, la hoja de laurel y un puñadito de tomillo, y dejamos que se haga unos minutos.
Agregamos los garbanzos escurridos, y rehogamos 2-3 minutos.
Añadimos el agua con la pastilla o cucharada de caldo (que cubra justo los garbanzos), y dejamos hervir. Entonces, tapamos la olla a presión.
Dependerá de las ollas, pero, normalmente, tardarán en hacerse entre 13 y 15 minutos, con las dos rayitas de la válvula fuera.
Cuando pase el tiempo, retiramos del fuego, dejamos que baje la válvula por sí sola, y entonces abrimos la olla y probamos el punto de sal.

Y por hoy, os dejo.... en compañía de esta ardillita del Retiro (Parque de Madrid, para quienes no lo conozcáis).

Feliz "ecuador" de semana (que diría un pedante, jajaja...)